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Geografía y arqueología

El Parque Nacional Rapa Nui se caracteriza tanto por su imponente paisaje natural como por sus sitios patrimoniales que recuerdan el carácter religioso de la cultura Rapa Nui, la que entregaba un importante valor al culto de sus antepasados. Cada linaje tenía su propio centro religioso, los que se ubicaban mayoritariamente en un sector cercano a la costa y otros en el interior para el cuidado de sus territorios.

Lo más destacado de los centros ceremoniales eran los altares megalíticos (ahu), plataformas elevadas sobre las que se instalaron estatuas (moai) que representaban a sus antepasados. Frente al altar, se realizaban reuniones o ceremonias de importancia, ritos de iniciación, asambleas o grandes fiestas para distribuir cosechas y alimentos

Rapa Nui es una isla oceánica que fue formada tras erupciones volcánicas. La isla pequeña y montañosa no es parte de una masa hundida, sino que es una típica isla alta oceánica formada por volcanes que se elevan desde el fondo marino. La evidencia geológica y oceanográfica muestra que no se ha producido ninguna emergencia o submersión perceptible de la costa de la isla desde la última caída del nivel del mar, que ocurrió hace menos de 10.000 años

Principales atractivos del Parque Nacional Rapa Nui

Playa Anakena está ubicada a 18 km. de Hanga Roa, en el sector noreste de la isla. Su playa, de arenas blancas y agua color turquesa, es el principal balneario. La tradición ancestral pascuense identifica esta bahía como el lugar en el cual desembarcó el rey Hotu Matu’a junto a su familia, después de su largo viaje desde la isla de Hiva.

Hoy se pueden observar yacimientos arqueológicos en Anakena, testigos del gran desarrollo cultural que tuvo. Los restos más antiguos datan del año 1.200 d.C. y están constituidos por centros ceremoniales y viviendas.

En Anakena se construyeron varias plataformas ceremoniales. Hoy solo se distinguen dos. A los pies del cerro Maunga Hau Epa, se encuentra el Ahu Ature Huki, sobre el que se alza un único moai. Fue el primero que se volvió a levantar en tiempos modernos, cuando el explorador noruego Thor Heyerdahl intentaba probar sus teorías, en 1956.

La plataforma más llamativa es el Ahu Nau Nau. De sus siete moai, levantados tras la restauración hecha por el equipo de Sergio Rapu en 1978, destacan sus facciones y los detalles grabados en sus espaldas. Es uno de los conjuntos mejor conservados de la isla debido a que permanecieron bajo la arena tras ser derribados.

Volcán Rano Raraku está ubicado hacia el este de la Isla de Pascua, cercano a la costa sur. Sus laderas se utilizaron durante la época de esplendor del tallado como canteras para elaborar los moai. En la ladera interior y en el exterior del volcán se pueden observar, diseminadas, muchas estatuas en distintas etapas de fabricación. El cráter posee una laguna de agua dulce, en la cual crece flora nativa e insectos endémicos. El Rano Raraku está compuesto por un tipo de roca porosa y blanda, única en la isla, conocida con el nombre de toba lapilli.

En la cantera, de más de 800 metros de longitud, se aprecian numerosos nichos vacíos de donde se extrajeron los moai, pero aún quedan muchas figuras en distintos estados de avance. Entre las figuras terminadas abandonadas a los pies del volcán y las que todavía permanecen en la ladera exterior e interior del mismo, se han contabilizado un total de 397 moai, casi el 40% del total de las estatuas de la isla. Se estima que el trabajo de tallado de las estatuas en Rano Raraku abarcó más de 500 años, desde el año 1.000 d.C. hasta mediados del siglo XVIII. Es un misterio por qué se detuvieron las cuadrillas de artistas, con sus herramientas de granito y obsidiana.

Volcán Rano Kau se ubica en el sector suroeste del Parque Nacional Rapa Nui. En su interior posee una laguna cubierta por totora. Ésta fue una importante reserva de agua dulce en la antigüedad. Este sitio es reconocido por su abundante flora tanto endémica como nativa introducida a la isla.

Aldea Ceremonial de Orongo: este sitio arqueológico se ubica en la parte suroeste del Volcán Rano Kau. En Rapa Nui significa “El Llamado”, se encuentra enclavada en una angosta franja entre el borde del cráter del volcán y el acantilado. Era habitada estacionalmente y se utilizaba para la veneración del dios Make Make. Las casas están rodeadas por antiguos petroglifos que representan a esta divinidad junto al culto del Tangata Manu (Hombre-Pájaro).

Las rocas alrededor de la aldea están cubiertas con más de 1.700 petroglifos, lo que lo convierte en el lugar con la mayor concentración de arte rupestre de la isla. Resalta el último conjunto de casas situado en el extremo inferior del risco, que desciende hasta el derrumbe del cráter conocido como Kari Kari.

No hay certeza de cómo surgió la competencia del Hombre-Pájaro. Según la tradición, una vez abandonado el culto a los ancestros que representaban los moai, surgieron grupos tribales en lucha por el poder. Hacia finales del siglo XVII, se estableció que la mejor forma de alcanzarlo era mediante una competencia anual con sede en Orongo, donde el clan ganador gozaría de privilegios sobre sus rivales durante un período.

Ahu Tongariki: se ubica en la bahía de Hanga Nui, en la costa sudeste de Isla de Pascua y es considerado el centro ceremonial más grande de la Polinesia. Posee 15 moai de unos 7 metros de altura, erguidos a lo largo de doscientos veinte metros de longitud, rodeados por un majestuoso escenario natural que lo transforma en uno de los más importantes atractivos de Isla de Pascua. Con apoyo del Gobierno japonés, fue restaurado por el Instituto Isla de Pascua de la Universidad de Chile entre 1992 y 1997. En mayo de 1960 fue dañado por un maremoto.

Ahu Akivi: está ubicado a diez kilómetros del pueblo de Hanga Roa. Posee una plataforma de noventa metros de largo con siete moai erguidos que miran hacia el mar, restaurados en la década de los sesenta. De los pocos ahu levantados en el interior de la isla (unos treinta), Akivi es la plataforma más elaborada. Según las excavaciones y estudios realizados, se piensa que su primera fase de construcción se inició hacia finales del siglo XV.

Las siete estatuas fueron transportadas desde la cantera del volcán Rano Raraku, a 15 km. de distancia, utilizando un método aún desconocido y son muy similares entre sí. En Akivi el eje de la plataforma fue orientado de norte a sur, consiguiendo que los rostros de los moai miren hacia el punto donde el sol se pone durante el equinoccio de la primavera austral (21 de septiembre) y sus espaldas enfrentan al sol del amanecer durante el equinoccio de otoño (21 de marzo).

En la literatura reciente sobre Akivi, se relaciona este lugar y sus siete estatuas con los siete jóvenes que fueron enviados a explorar la isla antes de su primera colonización por el rey Hotu Matu’a. Por ello se dice que es el único grupo que mira hacia el mar.

Ahu Riata: esta es una plataforma que se sitúa en el centro de la Bahía Hanga Piko. En 1998 fue restaurada y contiene un único moai erguido en el sitio.

Ahu Tahai: es el nombre genérico que se le da a este complejo que antiguamente estuvo formado por una aldea con tres plataformas ceremoniales. Hoy es el mayor y mejor restaurado, cercano a Hanga Roa.

Se han localizado varias cámaras funerarias o Avanga destinadas a los jefes de la comunidad y restos de Casas-Bote o Hare Paenga. Estas construcciones, llamadas así porque su forma recuerda a la de una barca invertida, se componían de una base de piedras y postes de madera que sostenían un techo de pasto.

Lo que más resalta de Tahai son sus tres plataformas ceremoniales situadas en línea sobre el pequeño acantilado junto al mar. El primero a la izquierda, con cinco moai, es el Ahu Vai Uri, el siguiente es el Ahu Tahai y el último, que lleva un pukao o sombrero, es el Ahu Ko Te Riku.

Ahu Akahanga: puede ser considerado, por su historia y por el número de estatuas, uno de los más importantes de Isla de Pascua. Aquí se encuentran los restos de lo que fue una antigua aldea próxima a una pequeña bahía ubicada en la costa sur de la isla. Según la tradición oral, el primer rey de la isla, el legendario ariki Hotu Matu’a fue sepultado en este lugar.

Frente al mar yace la gran plataforma de 18 metros de longitud, que no ha sido restaurada, lo que permite hacerse una idea del estado en que quedaron todos los ahu en la época de decadencia de la isla. Los 13 moai, que tienen entre 5 y 7 metros, aparecen derribados boca arriba o boca abajo.

Vinapu: se ubica en la costa sur de Isla de Pascua. Este centro ceremonial destaca por sus ancestrales monumentos, compuesto por tres ahu. Entre sus principales atractivos, está la plataforma de basalto, compuesta por piedras que se ajustan perfectamente entre sí.

Motu: Los tres pequeños islotes están ubicados frente al volcán Rano Kau y de la aldea ceremonial de Orongo, al sudeste de la isla. Estas formaciones rocosas han sido moldeadas por la erosión del mar y el viento. Son de muy difícil acceso y sobre ellas viven colonias de aves y fauna marina. Reciben los nombres Motu Nui, Motu Iti y Motu Kao Kao.

Maunga Terevaka: El volcán Terevaka, con una altura de 511 metros sobre el nivel del mar, es el punto más elevado de la Isla de Pascua. Desde su cima, que ofrece una visión panorámica de 360°, se aprecian los límites de la isla rodeada por el inmenso Océano Pacífico y permite experimentar la curvatura de la tierra y dimensionar la isla más remota del mundo. En un día despejado, la vista desde su cumbre es sobrecogedora. En el sureste se distingue el cerro Pu’i, el Rano Raraku y el Poike; y al suroeste se observa la ciudad de Hanga Roa bajo la ladera del volcán Rano Kau.