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Chile cuenta con una amplia red de parques nacionales que ponen en valor y protegen su patrimonio natural, cultural y arqueológico a lo largo del territorio. Actualmente, Chile protege 36 parques nacionales, 49 reservas y 16 monumentos nacionales, que totalizan 14,6 millones de hectáreas equivalentes al 20% de su superficie. Este esfuerzo que realiza el Estado, a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas, ha permitido compartir este patrimonio con el mundo, y protegerlo para las futuras generaciones.
En muchos de estos parques nacionales permanecen vestigios de asentamientos y expresiones culturales de quienes habitaron el territorio. Ejemplo de ello es el inigualable patrimonio arqueológico y natural que alberga el Parque Nacional Rapa Nui en Isla de Pascua, que lo ha transformado en un atractivo único en el mundo. Según estadísticas de la CONAF, en los últimos años se ha producido un aumento progresivo en el ingreso de turistas.
La dimensión actual del Parque Rapa Nui comprende un 43.5% de la superficie total de la isla, con 7.150 hectáreas. Éste se divide en nueve paños independientes considerando a los islotes (motus) como uno solo. El parque nacional se encuentra en la comuna de Isla de Pascua, en la provincia del mismo nombre y depende administrativamente de la Región de Valparaíso.
Para conocer el Parque es necesario adquirir una entrada, antes de iniciar el recorrido por el parque. Los lugares autorizados para este efecto son las boleterías autorizadas de la Comunidad Indígena Ma’u Henua, sin perjuicio de que actualmente la comunidad trabaja con el Gobierno para avanzar hacia un sistema de venta de entradas a través de sitios electrónicos. La entrada significa ingresos frescos cuyo único destino es la mantención, recuperación y operaciones del Parque Nacional Rapa Nui.
El parque cuenta con estrictas normas de seguridad y cuidado patrimonial, tanto de los sitios arqueológicos como de los espacios naturales. La Ley de Monumentos Nacionales, sanciona las conductas que vulneran la integridad del parque, y contempla multas y hasta penas de cárcel. En el parque no está permitido transitar fuera de los senderos indicados o por las laderas cercanas a los acantilados; tocar, sentarse o caminar sobre las estructuras arqueológicas y plataformas ceremoniales; alterar sitios, llevar objetos patrimoniales o piedras fuera de la isla. Tampoco se permite dejar basura dentro del parque.
El trabajo de todas las unidades que intervienen dentro del parque, tiene entre sus prioridades crear conciencia en toda la comunidad -residentes y visitantes-, respecto a la fragilidad del medio ambiente en un lugar con condiciones tan especiales como Isla de Pascua. A través de su colaboración con estudios científicos, tesis de doctorado y otras iniciativas de investigación, el cuerpo de guardaparques obtiene valioso material para poder difundirlo, efectuando charlas educativas. También se destaca el Programa de Arborización, mediante el cual el vivero de CONAF entrega árboles a la comunidad, asesoría en plantación y mantención de éstos.