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Amanece en el ombligo del mundo

Alfredo Tuki Pate, 74 años de edad. Jubilado del Ministerio del Interior, donde trabajó desde 1965. Participó en los estudios que se realizaron para la promulgación de la Ley 16.441 o Ley Pascua, en el Gobierno de Eduardo Frei Montalva, cuando este organismo era encabezado por el subsecretario del Interior, Juan Hamilton y como coordinador general estaba Enrique Rogers Sotomayor. El koro Alfredo –como le dicen ahora- encabezaba la secretaría general de este organismo.

Previo a la constitución o creación del organismo que se conoció con el nombre de Comisión Coordinadora de Isla de Pascua –recuerda Alfredo, sentado a la sombra de una palmera–, la isla estaba bajo la jurisdicción de la Armada desde 1952 hasta 1965. Antes de la Armada, existía la compañía Williamson Balfour, asociada con un chileno de apellido Marlet, y antes que este organismo estaba solamente la Compañía Williamson Balfour, que eran los que vinieron a administrar la Isla de Pascua.

En todos estos organismos, nunca nadie se preocupó de otorgarles la calidad de ciudadanos a los habitantes de la Isla de Pascua, porque el 9 de septiembre de 1888 la isla fue anexada al territorio nacional. Se firmaron documentos que acreditaban, dice ‘acción y decisión’ y una de ellas es el acuerdo de voluntades que hubo en ese tiempo.

Desde 1888 hasta 1966, Chile nunca le dio calidad de ciudadano chileno al pueblo Rapa Nui, sino que solamente ofreció la isla en arriendo y hasta que al final fue administrada por la Armada.

Obviamente que estas administraciones no están exentas, en alguna medida, de una visión de progreso. Pero nunca hicieron o aportaron por la calidad de vida humana de las personas.

Lógicamente que en todos estos períodos hubo muchos Rapa Nui que se fugaron de la isla. Hoy día hay Rapa Nui que todavía están en vida, que tienen más de 80 años que se fugaron en bote. Eso ocurría en ese período.

Hasta que ocurrió el hecho político más importante, que marca la historia: un niño de la Isla de Pascua que había ido estudiar a Santiago y que conocía los valores de la civilización, el progreso y el desarrollo del país, regresó después de 10 años, con el título de profesor normalista. Alfonso Rapu, se juntó con un grupo de habitantes de la Isla y ellos fueron los que le presentaron a la Armada la necesidad de que todos los ciudadanos de la Isla de Pascua fueran reconocidos como ciudadanos de la nación.

Uno de los hombres de mayor edad que en este momento existe en la isla es mi padre que tiene 97 años.

¿Cómo se llama?

Manuel Antonio Tuki Tuki. Él es el hombre más antiguo hoy día en la Isla de Pascua y ha exportado los valores culturales de la isla al mundo exterior.

¿Qué dice del futuro tu padre?

Él está feliz con todo lo que hay; los Gobiernos que han venido a la isla, el progreso que ha llegado a ella y, además, lo más importante para mi papá es el hecho de que él puede lavarse la cara en la casa, tomar su carnet, su pasaporte, ir al aeropuerto, tomar un pasaje y recorrer el mundo y lo ha hecho.

¿Cuáles son los pilares que les quieres inculcar a tus nietos?

Se sabe que aquí y en el mundo exterior, que la educación es el mayor instrumento para proteger a la familia y ese es el instrumento que hay que inculcar aquí en la isla. Obviamente, sin dejar de lado tu origen, los valores, los monumentos, la lengua y todo. Eso es lo que hay que conservar. Pero no es menos cierto, si uno no tiene educación, no puede llegar a ninguna parte. Eso está claro.

Hay muchas normas de orden internacional que lo señala y eso, pienso yo, que el pueblo Rapa Nui debe ver.

¿Cuáles son esos valores?

Es respetar a nuestros adultos mayores, en primer lugar. Es pedirle a la familia, la protección y el amor entre toda la familia. Cada familia. Cuando se hablaba con cada familia, el que respondía era el hombre mayor que representaba esa familia y se amaban. Derechamente, se querían mucho. Hoy día eso cambió, ya nadie respeta esa voluntad, esa autoridad nacida de los valores culturales.

Selma Herometa Tuki Pakarati, 75 años, artesana en collares de conchitas. Es uno de los diez adultos mayores de Isla de Pascua beneficiados por el Programa Apoyo del cuidado del Adulto Mayor. A través de éste, adultos mayores en situación de dependencia severa y moderada, reciben acompañamiento, cuidado domiciliario, y apoyo de enfermera, kinesiólogo y podólogo. Es ejecutado por la Gobernación Provincial, financiado por CONADI, con el apoyo técnico del Hospital Hanga Roa.

Con emoción recuerda la nua Selma, como le dicen por respeto. En su casa, está rodeada de conchitas y plumas de los collares que confecciona para los turistas. También la rodean, en las paredes, las fotografías de sus nietos.

- Mi abuelo era francés, pero mi papá nació aquí en la isla –confiesa sonriendo con los ojos- . Y después los marinos de la armada lo echaron de aquí a mi abuelo. Su nombre era Simoné. Y ahí quedó mi abuela con mi papá, aquí en la isla, porque no pudo irse con él. Porque antes aquí usted no podía salir ni ir a alguna parte, ni viajar.

Antes no tenían ni carnet de identidad…

Nada, ni carnet, nada. Y ahí quedó mi papá, aquí con mi abuelita. Mi abuela, su mamá era alemana, pero vivió aquí en la isla. Hay alguna parte que mi mamá no me cuenta nada.

¿De qué clan eran ustedes?

Mi familia Rapa Nui de mi mamá es mezcla de tahitiano. Mi bisabuelo era Nicolás Pakarati y vino de allá de Tahiti, vivió acá en la isla y ahí se casó con mi bisabuela Elizabeth, y se quedó aquí.

Y ahora… ¿Qué haces?

Estoy haciendo estos collares, en Rapa Nui es “pure”, pero en castellano es conchitas. Hay distintas conchitas. Para adornar, cuando usted hace con conchitas negras y blanco, hay distintas conchitas. Nosotros tenemos que hacerlos porque hay turistas llegan aquí a la isla y a ellos se les vende, o se les cambia.

Los de la foto son tus nietos… Cuando los miras piensas en su futuro. ¿Cómo ves el futuro de la isla, de los hijos, los nietos?

Bien, súper. Tengo nietos y mucha familia, familia de mi mamá, de mi papá… Para mí todo es estupendo, bien. Porque mi papá fue bueno. Mi mamá, igual. Siempre me enseñó cosas buenas, para la familia.

¿Esta casa es tuya? ¿Para quién la vas a dejar cuando tú ya no estés?

A mis nietos. A mí me encanta. Me encanta que mis nietos vivan aquí. Yo no quiero que mis nietos vayan para otro lado. Me gusta vivir aquí. Esto es bueno.

Te gustaría que vivieran en Rapa Nui cultivando y pescando…

Cuidando su tierra y vivir aquí. A mí me gusta que mi nieto viva aquí, que cuide sus cosas de aquí de la isla, si. Yo no sé cómo va a vivir, ojalá que yo esté viva antes que se casa él, que tenga su familia. Me encantaría.

¿Qué hay que hacer para que no se pierda la lengua Rapa Nui?

(en Rapa Nui) Para que hable Rapa Nui la gente joven, no hay que dejar de hablar la lengua Rapa Nui para que no se olviden. Si se casan, aunque sea con mujeres del continente, o con mujeres de la isla, hay que enseñar a sus hijos a hablar la lengua Rapa Nui. Para que no se olviden de su idioma Rapa Nui.

Tienen que transmitir todo lo que hacen o realizan en lengua Rapa Nui. No hay que hacerlo de otra forma o pensamientos. Sus abuelas y abuelos y sus mamás son Rapa Nui. Nunca hay que dejar de hablar la lengua Rapa Nui, porque hoy se tiende a hablar en otros idiomas, lo que se quiere hoy en día es hablar la lengua Rapa Nui.

Yo tengo dos nietos, y les hablo todo en Rapa Nui les digo “ka kai” (que coman), Ka noho (tome asiento), ka hauru (que duerman): todo lo que yo les hablo a mis nietos lo hago en Rapa Nui. También les digo “mai hei koe” (de dónde vienes o estabas) ki he koe ka ohoena (para dónde vas a ir), hoko hia koe (con quienes más), koai te ingoa o tou repa hoa (cómo se llama tu amigo). Se dice repa hoa (amigo), pe ira o rehu (para que no se olvide).

¿Cómo imaginas el futuro de Rapa Nui?

Lo que quiero, que las cosas antiguas de Rapa Nui las dejen tal como están, en el campo. Así lo dejaron los habitantes antiguos, nuestros ancestros. No hay que cambiarlo, que se deje tal como está.

Lo que queremos es que dejen a esa gente para que cuiden a nuestra tierra, pero yo les voy a decir que yo no quiero que mande Conaf. Ellos no deben venir a administrar nuestra tierra, ya que somos nosotros los que la tenemos que cuidar. Nosotros somos Rapa Nui. A la gente de Ma’u Henua hay que dejarlos que ellos manden nuestra tierra. En serio.

Una niña habló del sueño de Haumaka. Que se lo había contado su abuela, y que era una historia muy importante para ustedes… ¿Tienes un sueño para el futuro, como si fueras Haumaka?

El único sueño que yo tengo es… vivir tranquila aquí en la isla. Es el único sueño que yo tengo. Estar en paz aquí en la isla, eso es lo que tengo, aquí. Ese es mi sueño.